Lo primero es lo primero, y aprender inglés es un viaje muy largo. Para que se fije, para que se quede grabado y para  recordar el máximo posible tienes que hacer todo lo posible para disfrutar y no agobiarte porque el estrés innecesario es enemigo del aprendizaje. Para ello desde ATLAS hemos confeccionado una lista con los factores a tener en cuenta. Los iremos introduciendo por entregas y queremos que miréis muy bien si los estáis siguiendo o qué variantes podemos ofrecer.

 

1 de 8: EL OBJETIVO

Antes de que nadie te lo diga debes saber para qué quieres aprender un idioma. ¿Es para viajar? ¿Necesitas un diploma oficial? ¿En el trabajo te piden que hagas exposiciones de los productos? ¿Has puesto ‘nivel medio-alto’ en el currículum y te han dado el trabajo? ¿Es por puro amor a la comunicación y quieres desenvolverte en otra lengua?

Vemos que son un montón de preguntas, pero tomarse el tiempo para pensar ayuda a aclarar las cosas. Si sabes lo que quieres, podrás tomar la dirección adecuada.

Entonces, tómate un momento y reflexiona. No es tan sencillo como parece, pero en cuanto tengas la respuesta podrás eliminar tareas accesorias y enfocar tu trabajo mucho mejor.