Seguro que habéis asistido a alguna de esas funciones escolares donde los niños cantan, hacen ‘playback’ (lip sync), se quedan quietos e incluso algunos lloran… De lo más entrañable de las Navidades modernas, pues el que ni mis padres ni ninguno de los padres de mis amigos asistían a nuestros actos de navidad. Acabo de delatar mi edad… Bueno, el caso es que es una ocasión estupenda para ver a los peques en su salsa, y probablemente alguno le cogerá el gusto a las bambalinas y se nos convertirá en artista.